Gwendolyn Heasley nos trae Where I belong, una novela que trata sobre el giro que puede tomar tu vida cuando pierdes todo lo que tu familia tiene.
Autor: Gwendolyn Heasley
Género: Adolescente
Nº páginas: 283
Año publicación: 2011
Corrine lo tiene todo en la vida: vive en una de las partes más caras y exclusivas de Manhattan y puede permitirse lo mejor de lo mejor gracias al trabajo de su padre. Tiene una vida muy acomodada y exclusiva hasta que una mala inversión hace que su padre pierda su trabajo y gran parte de su fortuna.
Entonces la vida de Corrine da una gran traspiés y se ve obligada junto con su hermano a mudarse a un pequeño pueblecito a vivir con sus abuelos hasta que sus padres puedan arreglar la situación.
Allí, la vida no es exactamente igual a la que Corrine tenía en Manhattan y para poder conseguir las cosas, va a tener que luchar por ellas y trabajar para conseguirlas.
En su nuevo hogar, conocerá a personas que son totalmente opuestas al tipo de gente con el que ella estaba acostumbrada a relacionarse, pero sobretodo, conocerá a buenas e increíbles personas. Tendrá tiempo para el amor y sobretodo, para demostrar que ella no es sólo una niña rica y mimada de Manhattan cuando se le encargue una difícil misión que tiene gran repercusión para el pueblo.
Sinceramente, el libro es más o menos como me lo esperaba. Muy previsible y sin alicientes que puedan poner énfasis o volver emocionante la novela. La historia trata de una niña mimada y consentida que consigue convertirse en una joven trabajadora e independiente cuando le den una oportunidad para demostrar su capacidad y habilidades.
El personaje más entretenido, sin ninguna duda, es Kitsy. Creo que está absolutamente loca (en el buen sentido de la palabra) y que ella es la que realmente le hace bien a la protagonista para comenzar su cambio hacia el "lado bueno".
Quizá al libro le falta una dosis de amor y relaciones. Porque la protagonista, salvo su amor platónico con e músico, no muestra más relaciones. y el final es un poco escaso por ese lado. La relación con el músico queda bien definida como amor platónico y nada más. Él la utiliza por sus posibles contactos musicales y eso queda muy claro desde el principio de la obra. Sin embargo, podrían haber explotado más la relación con Bubby, el joven del pueblo.
2/5
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