martes, 20 de septiembre de 2016

Inspiración, bendito tesoro



Uno de los mayores problemas de un escritor es la falta de inspiración o de ideas. Teniendo en cuenta que soy la persona menos constante del planeta a la hora de escribir y que no tengo un talento innato, debo admitir que la falta de imaginación no es mi problema sino la falta de inspiración. La inspiración, en mi caso, viene ligada constantemente con encontrar el rincón, la playlist, el café perfecto o la emoción deseada. Cada escritor tiene su propia fórmula para arrancar el proceso creativo y dejar que surjan las ideas en un trozo de papel o en un teclado, pero qué complicado es encontrar ese interruptor que de comienzo a todo.

Como siempre, voy a explicar mi experiencia personal y como buena lectora, me encantaría que comentárais si a vosotros/as os ocurren cosas similares.

Quiero hablar con vosotros de cuáles son las cosas que principalmente me inspiran o que al contrario, suponen un corte completo de la misma. A continuación os cuento algunos de mis trucos para inspirarme. Quedará pendiente otro post con las cosas que hacen que pierda la inspiración.







 Emociones
Me considero una persona muy pasional y visceral más que racional. Para poder crear escenas realistas en las que pueda considerar que las emociones son vívidas, necesito experimentar dichas emociones. Por supuesto, en ocasiones es complicado recrear ciertas emociones. No se puede sentir furia así como así. Por eso, complemento esta necesidad con el siguiente punto (que más adelante trataremos). Cuando siento algo real y auténtico, trato de coger mi libreta y anotar o describir aquello que siento y que puede ser importante para una vivencia futura de mi personaje. De esta forma, creo a personajes que considero puramente emocionales.

Playlist.
Como bien he comentado, en algunos momentos no es posible recrear emociones porque la situación no te da pie a ello. Por lo tanto, contar con playlist de diversos estilos musicales puede ayudarte mucho a salir de un apuro. Así que no perdáis de vista está opción.
Por supuesto, el ruido puede ser un problema. Todo depende de si sois escritores silenciosos (requiero que ni una mosca cruce la sala) o si preferís el ruido o no os molesta. Si el ruido ambiental no te gusta, seguro que encuentras cientos de playlist que pueden ayudar a inspirarte. Mis favoritas: café y libros, relax time. Y a veces (y pendiendo de la escena) algunas con música celta o irlandesa.
Personalmente, me gusta trabajar con ese ruido de fondo constante pero no abrumador, me ayuda a que mi mente trabaje un poco más teniendo que seleccionar aquello en que debe centrarse, el teclado y la pantalla.

Lugares especiales.
Para mí, es muy importante escribir fuera de casa. No es que sea importante, es que es un requisito previo obligatorio. Primer motivo, concentración. En mi casa tengo muchos elementos distractorios que me desvían. Segundo, el ruido ambiental de una cafetería me ayuda mucho a concentrarme. Tercero, tomó café. Cuarto, puedo inspirarme en la gente. Gestos, formas de hablar, rasgos físicos... Vivir en una cafetería puede ser una constante fuente de inspiración.
Además, os contaré un secreto. Si es un día de lluvia de estos que no apetece salir de casa... tengo la solución para mi necesidad de ruido. Apple tiene un aplicación que permite recrear el ruido de cafetería: los platos sobre el mostrador, las cucharillas dando vueltas, el murmullo de la gente, la campanilla cuando está todo listo, la máquina de café calentando la leche... todo. Es perfectísima.

Presión
Aunque parezca mentira... Trabajo mejor bajo presión y con límites que sin éstos. ¿El motivo? SI no tengo esos plazos, puedo posponer eternamente el escribir en favor a otras actividades que puedan ser inmediatas. Pero si nunca me pongo, nunca serán importantes. Por esa razón, el reto Nanowrimo funciona muy bien para mi. No quiero decir que la calidad de lo creado ahí sea excelente pero sí que me sirve para crear el hábito de escribir y escribir. Siempre me ha ocurrido igual. Si una meta no tiene una fecha límite jamás podremos verla como un objetivo alcanzable :)


Para el próximo post, prometo traer algunos detalles sobre cuáles son las cosas que hacen que pierda la inspiración. 

Recuerda que puedes ver más artículos de este Diario
Diario de una escritora en Apuros

7 comentarios:

  1. Me encanta el "tomo café".

    En los últimos dos años, con el exceso de trabajo no sólo sentía que se me había ido la inspiración (con dos novelas que tenía que terminar y cuyo contrato ya había firmado!) sino que cualquier traza de talento que creía tener (incluso las ganas de escribir!) se habían ido con ella.

    Hasta que descubrí, así, de casualidad, que tenía "una hora de escribir". Por las mañanas (y soy profesor, así que estábamos un poco jodidos). Pero, bueno, me he vuelto una alondra, como dicen, y ahora escribo sobre todo por la mañana muy temprano, antes de que salga el sol, antes de ir a clase. Es una sensación increíble cuando suena el despertador a una hora en la que el mundo puede pensar que estás loco pero que a ti te da igual, porque ese sonido implica que te vas a levantar, sí, pero para hacer lo que más te gusta en el mundo. Desde que lo he descubierto, madrugo sin problemas. Bueno, los primeros minutos, mientras me choco contra las paredes y espero mirando fijamente a la cafetera, sí son un poco problemáticos. Pero luego, luego es maravilloso porque mi cerebro está tan limpio a esas horas que me es muy fácil llegar a donde quiero llegar cuando estoy escribiendo.

    Y el café, claro. Yo también tomo café (demasiado, para qué nos vamos a engañar?. Pero ahora mismo relaciono tanto escribir con el café que me da que no puedo separarlos.

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  2. ¡Hola!

    Coincido contigo en lo de trabajar bajo presión; lo de las fechas límite definitivamente ayuda a marcarte objetivos. Y me ha resultado curiosísimo lo de la recreación sonora de una cafetería mediante una aplicación. Desde luego, ¡hoy en día ya tenemos de todo! Me han parecido interesantes tus truquitos. Esperaré impaciente la entrada sobre lo que no te inspira. Igual también coincidimos en algo.

    Un saludo imaginativo...

    Patt

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  3. Lo del café lo veo jodido para mi porque trabajo en una cafetería y lo que menos me apetece, es acordarme del trabajo mientras escribo jajajaja. Aunque suene a locura, yo escribo en el metro de camino (o vuelta) del trabajo. Me pongo el portátil en el regazo, los cascos con la música y ale, a escribir. Ni siquiera me doy cuenta de la gente que me mira raro xDD Me cuesta escribir en casa por lo que has dicho,las distracciones constantes. ¡Un artículo genial!

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  4. A mi me viene la inspiración de mis dibujos... tengo dibujos de cuando iba al cole con toda la hoja de atrás llena de la historia :)

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  5. Me encanta que vayas a contarnos pequeñas cosas de la escritura. Tengo ganas de saber sobre tu libro ^^

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  6. Yo también uso la playlist de Café y Libros desde hace tiempo. Es perfecta! Y qué curioso lo de Applee y el ruido de los cafés!

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  7. Yo también uso la playlist de Café y Libros desde hace tiempo. Es perfecta! Y qué curioso lo de Applee y el ruido de los cafés!

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