lunes, 19 de marzo de 2018

Reseña "El día que dejó de nevar en Alaska"

Título: El día que dejó de nevar en Alaska
Autor: Alice Kellen
Saga: no
Editorial: Titania
Año de publicación: 2017
Nº páginas: 
Edición: tapa blanda
ISBN: 9788416327393
Sinopsis
Un chico con el corazón de hielo.Una chica que huye de sí misma. Dos destinos que se cruzan. Heather cree que solo hay tres cosas que sabe hacer: atraer problemas, salir huyendo y correr. Así es como termina en Alaska, en un pequeño pueblo perdido, trabajando de camarera mientras intenta llevar una vida nueva y tranquila. Su único problema es que uno de los dueños del restaurante parece odiarla y que ella nunca antes ha conocido a nadie que despierte tanto su curiosidad. Nilak es reservado, frío y distante, pero Heather puede ver a través de todas las capas tras las que se esconde y sabe que en ocasiones hay recuerdos que pesan demasiado; como los de sus propios errores, esos que intenta dejar atrás. Pero, a veces, la vida te da una segunda oportunidad.La nieve empieza a derretirse. Y todo encaja.





Esta será una de las reseñas de Alice Kellen que más me cueste hacer pues debo decir que esta lectura me ha dejado fuera de combate. Acostumbrada a una dinámica divertida en su trama y a unos personajes llenos de vitalidad y chispa, "El día que dejó de nevar en Alaska" es todo lo contrario. Esto no quiere decir que la novela no me haya gustado, es que simplemente, es diferente a todo lo anterior de la autora.

La historia parte de personajes oscuros. Una joven huye de casa para refugiarse en un pueblo nevado en mitad de la nada en el estado de Alaska, Estados Unidos. Allí conoce a su vecino, un hombre mayor que la protegerá como una hija y que le ayuda a encontrar trabajo en el bar local donde conocerá a Nilak. Es joven es tosco, uraño y poco hablador. Heather arrastra un problema emocional que le ha marcado tanto que ha tenido que empezar de nuevo lejos del hogar y conocer a Nilak, le ayudará a abrirse. Sin darse cuenta, son la medicina que ambos necesitan. 

Bajo mi punto de vista la trama se desarrolla con bastante lentitud pues aunque es un libro que tiene drama emocional que resolver y las cosas no son fáciles, en más de una vez me hubiera gustado dar un empujón a los personajes para que dejaran a un lado sus problemas y reconocieran la intensidad de las cosas que estaban ocurriendo entre ellos. La protagonista es cerrada y antisocial, igual que él. El dramatismo de las escenas ha aprisionado mis ganas de seguir leyendo con vitalidad el libro. Por otro lado, me ha gustado mucho la trama. El dolor y el pasado forma parte intrínseca de cada uno de ellos y no hay nada malo en reconocerlo, aceptarlo y superarlo. Creo que es este libro tiene un bello mensaje oculto que el lector tendrá que descubrir conforme los personajes maduren.
Hay dos detalles que me han parecido preciosos en esta historia: la relación de la protagonista con su vecino y son su perro. Su vecino, un hombre que lleva apartado de la sociedad bastante tiempo se compromete a cuidar de ella como si fuera una hija: le deja dormir en su casa, le hace la comida y cena, le ayuda a encontrar trabajo, a que haga cosas diferentes... y ella, por su parte, le ayuda a volver al mundo social. El perro, un encanto, por cierto, es la medicina de amor y lealtad que ella necesita en un momento en que se siente rechazada por ser diferente. Es un perro diferente con respecto a su manada y no quiere que le dejen aparte así que lo adopta como propio. No se merece ese trato (forma sutil de tratar de curarse a sí misma y su opinión a través del perro).
Con sinceridad, tenemos entre manos una novela mucho más madura, dura e intensa. Su lectura es intensa y conseguirá que vuestro corazón duela pero debéis darle una oportunidad.

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